Marker

Era el lunes al mediodía, cuando el indefenso marcador fue olvidado. Nunca había estado solo desde que lo enviaron de Carolina del Norte. Se llamaba Marker. Una niña descuidada lo dejó desamparado, luego de escribir con él utilizando la baranda del puente como escritorio. La vida del marcador pendía de un cable que cruzaba el puente de un poste al otro. Debajo, la avenida estaba desolada. No veía a nadie que pudiera salvarlo. De pronto, vio la figura en contraluz de un hombre, con un cinturón lleno de bolsillos y una pequeña caja, que venía directamente hacia él. La tinta del marcador hervía de emoción. El hombre, entonces, trepó unas escaleras del poste hasta llegar a los cables. Marker se sintió aliviado. El hombre se pusó unos guantes y empezó a mover los cables: era un electricista. El endeble marcador gritó deseperado: Help me! What are you doing? Stop that!, pero el electricista no le escuchó, ni hablaba inglés. La jornada del lunes terminaba a la una y el trabajador se marchó puntual. Marker se quedó tan tenso que parecia otro poste, I'm saved!, pensó. Pero, no tomó mucho para que la via se llenara de los carros de lunes después de la una, los cuales lo hicieron tambalear tanto, que se cayó y pasó a ser sólo una mancha negra en el pavimento.

La frase

Hoy,sentado de frente a mi padre no supe quién era el espejo de quién.

Padre e hija

Aparte de ser ladrón de hijos, el sujeto era ginecólogo. Seguramente fue por eso que lo hizo. Otra cosa hubiera sido si se dedicaba a organizar conciertos desde el principio. Pero no, debía ver a los hijos de otros, literalmente en su cara, para ganarse la vida. El asunto es que su esposa era tan estéril como su profesión y que ambos le robaron la hija a los Ostaiza. Si antes la plata apenas alcanzaba para él y su esposa, cuando se supo el hecho ya solo iban malechores a su consulta y la gente sacaba citas para injuriarlo. Así que tuvo que abandonar la ginecología porque no daba frutos, al igual que su mujer, a la que también abandonó.

Debido a su propia historia, su hija quería también ser ginecóloga. Al fin y al cabo, si no fuera por esa profesión sería hija del Sr. Ostaiza, que para ella era un perfecto desconocido. El sujeto sí quería que la joven trajera hijos al mundo, pero los suyos propios. No quería nietos robados. Así que le negó la universidad. En cambio, tuvieron una empresa que organizaba conciertos, la cual les llenó de deudas. Para solventar el concierto, que se llevó a cabo el día del padre, se asociaron con un militar y un odontólogo, quienes también habían dejado sus profesiones por razones que es mejor no saber. Acabado el espectáculo, los socios no recibieron nada de las ganancias y amenazaron de muerte al ex ginecólogo. La joven, entonces, pagó para que les robaran para siempre las vidas al odontólogo y al militar, quienes también tenían hijos. Y probó que la maldad no se hereda, sino que se aprende.

¡Salud!

La frase

Que buen comercial. ¡ Ojalá vendería otra cosa!

Alegro

Imagen de:http://www.cartoonstock.com

El cuento mas corto. Ejercicio

Este es el cuento más corto que se haya escrito. El ejercicio es crear una versión propia.

El dinosaurio

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Autor: Augusto Monterroso

La culta dama

Le pregunté a la culta dama si conocía el cuento de Augusto Monterroso titulado “El dinosaurio”.
Ah, es una delicia –me respondió– ya estoy leyéndolo.
Autor: José de la Colina

¿Se lo comió?

"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí."
- ¿Se lo comió?
- Sí, porque era un dinosaurio tan pequeño como el cuento.
Autor: José Vaca

Instrucciones para comer chicle

Lea atentamente antes de consumirlo

Acérquese al dispensador o al vendedor de su zona.

Seleccione el sabor de su preferencia.

Advertencia: algunos empaques pueden ocultar ácidos que talvéz no pueda soportar.Pregunte al respecto al vendedor, o en su defecto, a una persona cercana.

Pague en monedas el valor exacto, para evitar convertir sus bolsillos en sonajeros. Esto le evitará también peticiones de préstamos de dinero.

Una vez con del chicle debe hacer lo siguiente:

Si es de noche, corra hasta un lugar distante del vendedor, pues éste puede convertirse en asaltante (excepto los menores de cuatro años).

Si es de día, corra hasta quedarse solo con el chicle, para no tener que brindarle la mitad a algún aparecido.

Hay una línea negra que baja de un troquel de zigzag para abrir la envoltura, pero es más rápido desgarrarlo usando los dientes.

Introduzca el chicle descubierto en su boca, ¡como lo lee! Ponga la figura fría y blanda sobre su lengua.

No lo chupe, pues no es caramelo (veáse instrucciones para chupar caramelo)

Muérdalo aproximádamente veinte veces con las muelas posteriores, que no tengan caries. El chicle se encargará de carearlas.

Cuando esté completamente suave, mastíquelo con más tranquilidad y disfrute del sabor que desprende.

Nunca se trague un chicle porque causa daños al organismo, especialmente gases. Peor si es un chicle bomba.

Solo deberá tragárselo si Ud. se encuentra en un lugar importante y/o recibe una mala mirada del jefe o profesor.

Cuando el sabor se acabe deberá pegarlo en un pedazo de papel y botarlo (como lo hace con las peliculas predecibles o las canciones de moda). También puede pegarlo debajo de una mesa junto a otros chicles abandonados.

Para diversión extra: no cierre la boca cuando mastique y utilícelo como plastilina moldeable una vez saboreado.

La frase

¿Es la nacionalidad un adjetivo calificativo?

Jugo frutal