jueves, 21 de agosto de 2008

Lazos de amor

Brian Weiss es un reconocido médico psiquiatra que trata a sus pacientes a través de sesiones de terapia bajo hipnosis, en las que se revelan momentos pasados de esta vida, o de vidas anteriores, lo que se conoce como regresión.
Weiss es autor de varios libros, en los que explica que este tratamiento es efectivo para entender las circunstancias y problemas actuales y remediarlos. Algunos dolores o temores, por ejemplo, pueden tener su origen en vidas pasadas, las cuales determinan nuestro grado de evolución y conciencia.
En su obra Lazos de Amor, cuyo título original es Only Love is Real, (pues dice que sólo el amor repone y perdura), relata la historia real no sólo de sus pacientes Elizabeth y Pedro, si no la suya propia que se vio involucrada en la de ellos
Elizabeth era una mujer joven y exitosa que acababa de mudarse a la Florida, acudía a terapia debido principalmente a que no lograba sobreponerse de la reciente muerte de su madre. Pedro, un joven mexicano, era el miembro de su familia que más sufría, en cambio, por la muerte de su hermano. Ambos anhelaban contactarse con sus seres queridos y descubrir si estuvieron juntos en vidas pasadas. Pero compartían algo más en común y era hasta entonces, la incapacidad de mantener relaciones sentimentales duraderas y plenas.
Durante las sesiones, Weiss descubrió quienes fueron sus pacientes en vidas anteriores y logró esclarecer las razones aparentemente desconocidas de algunos de sus traumas, como el miedo al agua y a la oscuridad que tenía Elizabeth, debido a que una vez fue una pequeña que se cayó de un barco y se ahogó en el océano.
Con el transcurso de las sesiones, el psiquiatra presenció impactantes historias. Pedro fue en una de sus vidas una prostituta en Alemania con gran interés en la política pero que murió abandonada a causa de la sífilis. Elizabeth fue una nativa curandera en las costa de Florida, por eso su gusto por ese lugar. Y otras tantas. Pedro logró ver a su hermano en otros cuerpos y en otras relaciones como cuando era monje. Elizabeth por su parte, logró ver a su madre que le hablaba y le mandaba un mensaje de paz. Además, comprendió su rechazo a ciertos hombres, pues en otras vidas fue víctima de golpes y abusos.
En ocasiones, incluso, bajo un estado de profundo trance los pacientes no recordaron otras vidas, pero fueron médium de mensajes que los sabios, como los llama Weiss, querían transmitir. Parecía, entonces, que la tarea se había cumplido
Pero Weiss había encontrado algo impactante, que nunca antes le había sucedido. El había tenido pacientes que asistían en pareja para hallar si se habían conocido en otras vidas, pero era algo extraordinario, que en esta ocasión el haya encontrado esto en una pareja que no se conocía ni siquiera: Pedro y Elizabeth.
Ellos visualizaron en sus regresiones siempre a alguien especial pero no lo reconocían en esta vida. Brian Weiss, explica que durante las regresiones podemos ver personas y asociarlas con alguien que conocemos, es por que ha sido un alma que viaja con nosotros reencarnando en otros cuerpos.
Sorprendentemente, el psiquiatra encontró, mientras recordaba, que Pedro, en una de sus reencarnaciones fue un hombre a quien los soldados romanos arrastraron atado a un caballo para divertirse, y que cuando golpeó contra una roca, murió. Lo último que escuchó fueron las palabras de su hija que lo tenía en su regazo. Elizabeth era aquella niña.
Weiss sabía que eran el uno para el otro pero tenía un dilema ético y se cuestionaba que si los presentaba atentaba contra el código profesional, y con el mismo destino.
Así, que decidió hacer algo sutil, coordino el horario de las citas de Elizabeth y Pedro, para que se encuentren en la sala de espera, y esto sucedió. Se miraron por un momento, pero nada más.
Sin embargo, el destino tenía planeado que ellos se encuentren. Cuando el vuelo de Elizabeth se canceló tuvo que tomar otra ruta, la misma de Pedro, y en el aeropuerto mientras, por separado esperaban la llamada a embarque, él se acercó y empezaron a conocerse. Parecía que no era la primera vez. Como cuando los niños “aprenden” con tal rapidez a caminar, a hablar, es por que en verdad están sólo recordando.
Luego, coordinaron, para tener los asientos juntos en el avión y cuando ella sintió miedo el supo, por uno de los mensaje que recibió bajo hipnosis, que debía tomarle la mano.
Y nunca más se soltaron, ahora están casados, tienen una hija y viven en México.
Una historia en la que Weiss, de alguna manera, unió a dos personas, pero más que eso, les hizo saber que son almas gemelas…

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