miércoles, 20 de agosto de 2008

¿Por qué pueden los medios influir tanto?

Es inevitable que los medios de comunicación sean capaces de condicionar nuestra forma de pensar. En primer lugar porque prácticamente constituyen la única fuente de conocimiento en la actualidad. Además son sumamente sólidos pues están respaldados por poderosas fuerzas políticas y económicas. Finalmente, tienen gran habilidad de persuasión gracias a su extensa penetración y al alto impacto que generan.
Hoy en día no puede concebirse el mundo sin internet, mucho menos sin televisión, periódicos, radios o revistas, porque aparentemente no hay otras maneras para obtener información. En la mayoría de los casos aceptamos los contenidos que nos ofrecen los medios sin cuestionarlo. Además si no confiamos en uno, seleccionamos otro pues “todos los medios no pueden estar equivocados”. Aunque para Héctor Velasco, corresponsal internacional, los medios no deberían ser el único referente, la realidad es que las otras formas para mantenerse enterado como la tradición oral y los libros han caído en desuso o no logran ser tan inmediatos y atractivos. Por ende los medios de comunicación constituyen la forma más aceptada e incuestionable de acceder al conocimiento.
Los medios de comunicación son sumamente fuertes debido a que están respaldados por grandes grupos económicos y políticos. Velasco explica que las agencias de periodismo son quienes a lo largo de la historia han manejado y se han “repartido” la información, y que estas a su vez son controladas por las principales potencias mundiales. Esto implica que todo lo que leemos, vemos o escuchamos ya ha sido filtrado y aprobado por dichas potencias. Aunque parezca que el internet ofrece diversas fuentes de conocimiento, tiene detrás una agencia escondida en discretas siglas, afirma el periodista. En cuanto a la publicidad, las ideas provienen de empresas multimillonarias sustentadas en un solo objetivo: “vender”. Y eso no es todo, incluso los medios locales responden a intereses sectorizados como el de los dueños de los canales de TV o cadenas de radio. En este sentido se supone que existen medios imparciales como la TV del Estado que en Venezuela se llama “Telesur” y en Ecuador, “Telecuador” de las que, sin embargo, también se duda. Así, los medios son poderes tan consolidados que resulta inverosímil solo imaginar que sean alterados y peor, eliminados.
Llegan a cada rincón y a cada persona y saben cómo hacerlo. Nadie puede estar tan aislado como para vivir abstraído de los medios Por otra parte, son capaces de transmitir lo que desean eficazmente y cautivar a la gente. Por ejemplo, como manifiesta Néstor Jaramillo, decano de publicidad, logran generar la idea de que Coca Cola es una identidad, un nombre, un color, incluso una familia feliz, cuando en verdad ¡solo es agua negra! Utilizan mucho el elemento emocional con el objeto de crear un valor en la mente de las personas. Y esto es así porque los medios han creado el gusto del consumidor desde hace tiempo, con todas las estrategias imaginadas. Ya ni recordamos cuando dejamos de ver las marcas como producto para empezarlas a asociar, con estilos de vida, con sentimientos y hacerlas parte de nuestra cotidianidad. Esto quiere decir, que el carácter masivo y tiempo de vida que tiene los medios les ha dado las herramientas para poder atraer y penetrar en las personas y sus pensamientos.
Confiamos sin dudar en los medios de comunicación, pues consideramos son el principal referente de conocimiento e información. Grandes empresas y Estados los respaldan y los vuelven poderosos. Además son masivos y la experiencia los ha hecho brillantes con la forma de transmitir los mensajes. Estas son las razonas que determinan que los medios tienen gran hegemonía en la información y por lo tanto pueden influir en nuestro pensamiento.

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